Si tuvieramos la dulce mirada de Madre Teresa y la Paz a flor de piel de Gandhi, no tendríamos lo suficiente, pues nos faltaría el valor, el coraje y la bravura, que no se veia en ellos; pero que le daban la fuerza para poder tolerar las penas y vicisitudes resultantes de ir en contra de los sistemas y las enajeciones, para poder hacer algo realmente bueno por el mundo.
Autor: Wilfredo Guzmán