Como si la vida fuese como es me, encuentro en el ciclo constante del renacimiento. Un día tú vida da avisos de agonía, al siguiente un ángel amoroso te da las buenas nuevas de amor y esperanza. Somos como hojas en el viento movido por la respiración de Dios.
En estos días soy un mar, uno de los no incluidos en los 7 mares del mundo. Tu presencia me da profundidad de sentimiento. Tu amor me extiende la realidad. Tu calma aviva en mi, mi fuerza. Tus secretos son mis tesoros ahogados en la profundidad de mi curiosidad. Mi oleaje es el estremecimiento que siento al ser amado por ti. Mis huéspedes son, bancos de besos nadando todos juntos, corales de amor enrojeciendo mis entrañas, tus necesidades la lucha por la subsistencia de los que en mi habitan. Tu colorido es la belleza que de mi, todos admiran. En fin eres mi rayo de luz que penetra en mi profundidad para permitirme ver la belleza que en mí tu haz depositado.
Mis enemigos son los que me tapan el sol de mi esperanza. Los que extraen de mi esencia, sin sustituir por nada a cambio. Los que me contaminan con mentiras, miedos y desengaños. Los que se sumergen en mi para vanagloriase de haber visto mis bellezas y salen solo con el recuerdo de lo visto.
Hoy mi vida es como una tempestad interna, soy mar de vida o mar muerto. Mi tempestad es mi furia, es mi enojo. El nublado de mis días enfría mis entrañas y me obliga a moverme para no perecer en la oscuridad de mis miedos.
Autor: WAGF
A través de la vida mi aprendizaje ha sido complementado con vivencias, pasiones, ilusiones y sin sabores. He podido en ocasiones plasmar por escrito algo positivo de estas y ahora las comparto para brindar un enfoque diferente sobre aspectos de la vida, el amor, el pensamiento y la sociedad.